miércoles, 23 de junio de 2010

DEFINICIÓN DE TIPOS DE EVALUACIÓN QUE SE EMPLEAN PARA EVALUAR LAS TAREAS ESCOLARES

A continuación se hace referencia a tres fuentes de información que definen los distintos tipos de evaluación que se emplean para evaluar las tareas escolares:

FUENTE NÚMERO 1.- LA EVALUACIÓN EN EL ÁREA DE LENGUA

Existen varios tipos de evaluación que, según Belmonte, al que seguiremos en adelante, se corresponden estrechamente con el método de enseñanza utilizado:

Modelos de evaluación

Por su objetivo

Cuantitativa

Mide la cantidad de objetivos alcanzados expresados como conductas

Cualitativa (Global)

Valora además el proceso seguido, materiales, profesor, currículo, instrumentos de evaluación, etc.



Por la pauta

Normativa

Clasifica al alumno dentro del grupo mediante estadísticas

Criterial

Mide el progreso del alumno de acuerdo con un criterio

Por el agente

Autoevaluación

Practicada por el propio sujeto

Heteroevaluación

practicada por agentes externos




Por el momento en que se realiza

Inicial

Colectiva

Establece un pronóstico sobre el grupo

Individual

Diagnostica sobre un individuo o grupo pequeño

Formativa

Según modo

Continua: Mide continuamente el progreso de una destreza

Puntual: mide el estado puntual de una capacidad

Según objeto

Proceso educativo, alumnos, centro, departamento, etc.

Sumativa (final)

Interna

Mide resultados finales teniendo en cuenta los procesos formativos

Externa

Mide lo mismo pero con criterios de calidad, sin tener en cuenta el proceso.

FUENTE NÚMERO 2.- TIPOLOGÍA

Al hablar de diferentes tipos de evaluación se pueden establecer diferentes clasificaciones según el criterio utilizado, aunque todos están relacionados con el tipo de juicio que se pretende emitir, o con el uso que se le va a dar a la información.

La variedad de tipología puede ser fácilmente asimilada si tenemos en cuenta los criterios de clasificación y logramos identificar cada evaluación con su criterio

Clasificación Según Casanova.

A continuación vamos a describir la tipología de la evaluación según Casanova, atendiendo al referente teórico en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Evaluación sumativa y formativa. (Por su funcionalidad)

La Evaluación Sumativa tiene lugar al final de un proceso de enseñanza-aprendizaje... y va dirigida a obtener una serie de conclusiones sobre el proceso. Lo que se obtiene es una acumulación de datos respecto al proceso concebido globalmente. Con estos datos se pueden emitir juicios del tipo “esta unidad didáctica ha salido bien, ha salido regular, ha salido mal” y decidir si globalmente se ha conseguido aquello que pretendía.

La evaluación sumativa es una evaluación del producto.

La Evaluación Formativa se realiza a lo largo del proceso y se refiere a los detalles, es decir a las decisiones más puntuales como pueden ser la consecución de un solo objetivo, el grado en que se ha alcanzado y en que han consistido los fallos que han impedido a algunos alumnos lograrlo. Esta evaluación es formativa en el sentido de que proporciona datos que permiten la modificación del proceso.

La evaluación formativa está relacionada con la evaluación del proceso y suministra información sobre:

  1. para que ha servido el proceso.
  2. En qué medida se ha logrado
  3. Cuáles son las acciones válidas para lograrlo.

Para cumplir estas funciones requiere actividades de evaluación frecuentes y rápidas que no paralicen el propio proceso.

Evaluación inicial, final y continua. (por su temporalización)

Respecto a la clasificación de la evaluación según el momento del proceso en el que se realiza, la evaluación suele calificarse de inicial, continua o final. La evaluación continua está relacionada con la evaluación formativa, mientras que la evaluación final muy a menudo se asimila con la evaluación sumativa aunque no se puede establecer un paralelismo entre estas cuatro ideas.

La evaluación inicial( diagnostica, predictiva) se realiza al comienzo del proceso y su misión principal es conocer lo que los alumnos saben.

La función que cumple la evaluación inicial en la planificación y el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, podría ser bien descrita con la expresión: “hacerse una composición de lugar”.

La evaluación inicial debe proporcionarnos una base sólida sobre la que proyectar las acciones de enseñanza. Hay un aspecto que adquiere gran importancia. Se trata de valorar las necesidades educativas y las posibilidades de acción, estas dos dimensiones definen el contexto situacional en el que se va a desarrollar la acción.

La Evaluación Continua/procesual

La evaluación continua es aquella que se realiza constantemente a lo largo del proceso. En este sentido es una forma de evaluación formativa que permite conocer el estado del proceso de enseñanza-aprendizaje, tanto en lo que se refiere al profesor como al alumno. Este concepto implica una continua actividad evaluadora consistente. Todas las actividades evaluadores deben estar integradas en el conjunto de actividades de forma que no rompan la marcha del proceso.

El conocimiento de los objetivos parciales nos permite conocer los logros de las unidades didácticas y establecer correcciones o ajustes en cada una de las etapas del proceso.

La evaluación continua es una fase importante del proceso educativo, por las condiciones que presupone (planificación) y por las consecuencias que genera (individualización y reajuste), resulta un medio eficaz de perfeccionamiento didáctico, mejorando así el sistema educativo.

La evaluación final sirve para conocer lo que saben los alumnos a fin de comprobar que es lo que han aprendido y como han quedado integrados los conocimientos dentro de su estructura cognitiva. Por lo tanto tiene unos objetivos propios y definidos en función de los objetivos del período de enseñanza-aprendizaje que se está evaluando.

Por sus agentes

Heteroevaluación:

Consiste en una evaluación que realiza una persona sobre el trabajo, la actuación o el rendimiento de otra persona. Enjuicia acciones que pueden ser equívocas y permite conocer muchos datos y posibilidades.

Coevaluación:

Consiste en una evaluación mutua o conjunta de una actividad realizada entre varios; en su cnjunto de prácticas evaluadoras responden a un mismo planteamiento coherente con la teoría que se intercambie con los alumnos. permite mejorar poco a poco el propio aprendizaje y todo lo que ocurre en el aula y no introducir nuevas prácticas que redunden negativamente.

Autoevaluación:

El sujeto evalúa sus propias actividades, dándole pautas para que lo haga con seriedad y corrección, permite mejorar los objetivos previstos y mejorar los procesos.

FUENTE NÚMERO 3.- Sylvia Schmelkes, en su obra "La Evaluación de los Centros Escolares(1)"ofrece una interesante interpretaciçon de la evaluación.

La evaluación en el Proyecto escolar es algo que realiza el plantel mismo, y tiene tres acepciones y/o momentos:

La evaluación inicial o diagnóstica, en la que se identifican los problemas más importantes de la escuela. Aquí se señala la conveniencia de identificar primero aquellos problemas que impiden que tenga lugar el hecho educativo: la falta de cobertura, la inasistencia de los niños, el faltismo o la impuntualidad de los maestros, la deserción temprana, el no aprovechamiento del tiempo escolar. Mientras estos problemas existen, no hay búsqueda de la calidad posible, pues ni siguiera puede darse el hecho educativo. Una vez resueltos estos problemas, a partir de lo cual se puede comenzar a hablar de la calidad, se sugiere que se seleccionen los problemas entre cuyas causas se encuentran algunas que atañen a la escuela ya su personal. Se sugiere que en este proceso se consulte a los padres de familia y a la comunidad, considerando útil conocer su percepción acerca de los principales problemas de la escuela. La referencia para la identificación de estos problemas, se insiste, debe ser educativa. Lo que no debe preocupar centralmente es que todos los niños aprendan. Los problemas que debemos identificar son aquellos que obstaculicen que este proceso se de tal y como debe darse.

El monitoreo continuo. El proyecto escolar, tal y como se concibe en este escrito, planea el cambio del quehacer del personal de la escuela. Implica un compromiso de hacer las cosas -algunas de ellas- de manera diferente. El proceso de monitoreo es el que permite sistemáticamente revisar que en este compromiso se está cumpliendo. El Proyecto Escolar se concibe como una hipótesis: si hago A, lograré B. El monitoreo consiste en asegurarnos de que en efecto hicimos A.

La evaluación de los resultados. Aquí se trata de ver si logramos B. Se insiste en que el Proyecto Escolar debe poder definir objetivos en términos medibles y observables. La evaluación, entonces, consiste en medir u observar dichos resultados, lo que puede irse haciendo a lo largo del año. No obstante, la evaluación final se tendrá a fin de ciclo, y ahí podremos identificar si la hipótesis inicial fue acertada. De esta evaluación se rinde cuentas a la comunidad, y de ella se recaba también su percepción del avance, a fin de iniciar un nuevo ciclo de mejoramiento de la calidad.

Bibliografía

Cerda. (2002). Patronato Pedro de Ibarra para la Formación y el Desarrollo Local. Plan Agrupado de Formación . Formación de Formadores:. Recuperado el 20 de junio de 2010, de La evaluación en la formación: Tipologia: http://www.oadl.dip-caceres.org/vprofe/virtualprofe/cursos/c103/evaluacion3.htm

La evaluación en el área de lengua. C.P.R. de Ciudad Real; Asesoría de Lengua. . (1999). Recuperado el 22 de junio de 2010, de centros5.pntic.mec.es/cpr.de.ciudad.../Evaluac.htm

Schmelkes, S. (s.f.). Departamento de Investigaciones Educativas CINVESTAV - IPN. Recuperado el 22 de junio de 2010, de La Evaluación de los Centros Escolares(1): www.oei.es/calidad2/sylvia.htm

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