viernes, 19 de marzo de 2010

Conclusiones personales sobre la lectura “Nuevas propuestas para la gestión educativa” de Guiomar Namo de Mello.

La realización de esta lectura me permitió comprender que es necesario cambiar las formas de organización y funcionamiento de las escuelas y del sistema educativo que han demostrado ser ineficientes.

A través de este texto conocí los objetivos y prioridades que sustentan la reforma en la gestión escolar que se propone, que principalmente se basa en el fortalecimiento de la unidad escolar favoreciendo su autonomía financiera y pedagógica; dejando de lado las políticas homogéneas, lo cual no significa que la escuela funcione bajo sus propias reglas, sino que tiene que estar sujeta directrices nacionales y a la vez funcione de acuerdo a sus necesidades de su entorno y según su propia identidad.

Se trata de un modelo de gestión que permita satisfacer las necesidades básicas, que requiere de cambios indispensables en el modelo de intervención del Estado; implica un trabajo de mejoramiento continuo, a partir de diagnósticos y evaluaciones, en la que cada escuela formule proyectos para atender sus necesidades y pueda lograr su perfeccionamiento.

Uno de los puntos que se manejan en la lectura que me llamó la atención fue el de delegar a la escuela autonomía sobre el personal que contrata, creo que es un tema que generará gran controversia, sobre todo porque rompería esquemas tradicionales a los que estamos acostumbrados, pero quizás resulte ser una política que beneficie el fortalecimiento de las escuelas y de la educación que en ellas se imparte, para lo cual tienen que establecerse y respetarse criterios bien definidos para la contratación.

Creo el modelo de gestión que se propone es el más adecuado para lograr una educación de calidad y responder a las particularidades de cada escuela, es el más acorde a nuestra realidad.

jueves, 11 de marzo de 2010

Características de las corrientes de las propuestas de Sammons y Schmelkes comparadas con mi experiencia en las jornadas de observación y práctica

En las experiencias que he tenido en las escuelas primarias de distintos contextos y de distintos tipos de organización, durante las jornadas de observación y práctica docente, a través de las asignaturas de acercamiento a la práctica, durante mi formación como Licenciado en Educación Primaria. He podido contrastar si la organización y funcionamiento de nuestras escuelas primarias cumplen con las características necesarias para que sean efectivas y para lograr la calidad educativa de acuerdo con las teorías propuestas en las lecturas “Características clave de las escuelas efectivas” del autor Pamm Samons ”Calidad educativa y gestión escolar” de la autora Sylvia Schmelkes.

Comenzaré por mencionar la escuela “Ricardo Flores Magón” en la que observé que el ambiente de aprendizaje era ordenado; con ayuda de los padres de familia construyeron un aula de cómputo y además impartían clases de computación para niños y para padres de familia.

En la escuela “José María Morelos y Pavón” ubicada en El Fresnito, noté que el director promovía un trabajo en equipo con los maestros y con la comunidad para el mejoramiento de la escuela, apoyaba a los maestros en cuestiones pedagógicas y el ambiente de la escuela era ordenado. Los maestros favorecían el reforzamiento positivo en cuanto a la disciplina de los alumnos y la escuela tenía reconocimiento de ser una escuela de calidad.

En la escuela Primaria “Revolución” ubicada en La Garita, que es una escuela muy grande, nueva y equipada; además era una escuela piloto en la cual se estaba aplicando la Reforma en 1°, 2°, 5° y 6° grados ya desde el ciclo escolar pasado, los maestros y alumnos todavía no se adaptaban bien a esta nueva forma de trabajo. En esta escuela el director tenía poco tiempo que había ocupado el puesto y aún no consolidaba su liderazgo, los maestros estaban un tanto desunidos y los alumnos de algunos grupos tenían problemas de indisciplina; se llevaba a cabo Escuela para Padres para orientarlos y contar con su apoyo en la formación ética de los alumnos.
En la escuela “Francisco I. Madero” el director promovía la preparación de los maestros en función de las necesidades de la escuela, los maestros tenían altas expectativas acerca del desempeño de los alumnos y se percibía una buena relación entre la comunidad escolar.

En estas escuelas no me di cuenta de que se promoviera una evaluación sistemática del aprendizaje de los alumnos y de las acciones de la escuela; y la mayoría de los directores no visita las aulas. En las jornadas de práctica los maestros y directores aprovechan para realizar reuniones de consejo técnico, lo que me hace pensar que se promueve el trabajo colegiado; en la mayoría de las escuelas no se promueve la participación de los alumnos y no se les delegan responsabilidades.